Bergoglio instó a los sacerdotes y obispos auxiliares a "estar más cerca de las fragilidades del pueblo" (Clarín, 20/3/2008)
"Sí, me 'pelié' con el Papa. Me 'pelié' porque fui al Vaticano y vi los techos de oro. Y después escuché al Papa decir que la Iglesia se preocupaba por los chicos pobres. Pero ¡vendé el techo, fiera, hacé algo!. Las tenés todas en contra, encima fuiste arquero. ¿Por qué está el Banco Ambrosiano? ¿Para vender drogas y contrabandear armas como se dice en el libro 'Por Voluntad de Dios'"?.
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Si hay una institución controvertida a lo largo de la historia es justamente la iglesia. Las cruzadas, su papel en la conquista de América, el apoyo sacerdotal a más de un autoritarismo del siglo XX; y los ejemplos siguen..
Pero la iglesia como templo (no como institución); es un lugar fundamental para las sociedades del mundo, es imposible poner en discusión un ámbito en donde la gente deposita su fe y por lo tanto las penas de la vida se alivian por un rato basadas en la esperanza de que Dios nos ayudará a superarlas. Nos angustia saber que vamos a morir algún día y la religión nos ayuda a aceptarlo y a vivir más tranquilos. Ahora bien, ese mismo principio puede darse sin el techo de oro, sin suntuosos santuarios y millones de dólares de "mantenimiento institucional" y podrían estar invertidos no en asistencialismo, no en darle de comer a los pobres directamente (porque eso algún día se acabará), sino en inversiones en cooperativas, en iglesias pequeñas olvidadadas a lo lejos o en el desarrollo de pequeñas ciudadades fantasmas: en ayudar a buscar un desarrollo sustentable. Sr. Bergoglio de esa manera es la única en la que se puede estar cerca de las fragilidades del pueblo. Si algún día hacen eso, les juro por Alá que me hago católico.
