Continuar es sinónimo de proseguir lo comenzado, de durar, de permanencia. No necesariamente la palabra cambiar implica no continuar.
En el idioma castellano, la palabra cambiar, adquiere diversas acepciones no tan sinónimas entre si. Cambiar puede ser virar, trasladar, devolver, mudar, truequear, convertir, pero también puede ser dejar un camino, para tomar otro. En nuestro caso lo que viene a partir de Enero de 2008 es precisamente eso, pero aún más profundo, ya que lo que viene es producir un corte que genera una escición entre lo anterior y lo nuevo. Esta última palabra no es poco relevante, todo lo contrario, porque la nueva propuesta implica justamente "innovar".
A mí particularmente me genera una marcada nostalgia el fin de la Agrupación Argentina de Estudiantes para las Naciones Unidas, pero a la vez siento la satisfacción de vernos cumplir una etapa; creo que hasta acá llegó el nacimiento y ya se dieron los primeros pasos, al principio tambaleando, después con más sólidez. Ésta fue la etapa en la que se conoció el mundo exterior, pero sobre todo se pasó por un proceso de conocimiento interno. Por primera vez pudimos definirnos a nosotros mismos y fundamentalmente definir lo que queremos y ese es el instante que marca el final e increíblemente nos parece dado y no auto-generado. Para el final, un cuento:
La ONG Agrupación Argentina de Estudiantes para las Naciones Unidas se paró en el borde del camino, donde más allá de él no se sabe aún (ni nunca se sabrá) si había un precipicio o una autopista pavimentada.
Nosotros, casi sin darnos cuenta ya estabamos caminando varios metros lejos de ella, pero siguiendo igual el mismo camino. Sacó un pañuelo, que a la distancia pude vislumbrar tenía bordadas las palabras conciencia, ciudadanía y el logo de la ONU, se sonó fuerte la nariz pegando sus mocos mas verdes y pegajosos en cada uno de estos bordados. Dobló el pañuelo en dos, no dejando ver la parte más asquerosa de él y se acercó a nosotros.
Por un momento pensé que nos venía a hablar del papel de la onu, de educación cívica, de la intercultariildad, del primer voto o de los negocios en el fútbol; pero no. Todos olimos en el aire olor a final. Entre lágrimas, que parecían no tener consuelo y más contegiosas que la gripe, amagó con entregarnos el pañuelo, pero antes parecían venirse sus últimas palabras: " para que nunca olviden su origen..." nos dijo.
Y nos entrego finalmente el pañuelo, que en su cara más limpia tenía otro bordado que decía simplemente: AAENU.
De repente, la ONG Agrupacion Argentina de Estudiantes para las Naciones Unidas se fue perdiendo de nuestra vista, y nosotros que nos acabamos de dar cuenta quiénes somos, nos dimos cuenta hacía donde tenemos que ir.
Por lo pronto todavía estamos en la entrada de este nuevo camino que se ve raro, delimitado, pero poco común no sé, se denotan varias dimensiones, una tras otra. De adentro sale olor a cambio, que a veces de difumina entre el olor a pedo de algunos de nosotros.
Dicen por ahí que nunca nadie pudo ver antes algo igual, solamente una manga de locos de mierda se animaría a entrar. Y si ese es un requisito en el claramente este grupo aplica, por eso nos decididmos a hacer lo último antes de entrar, además de comer una picada: agarramos un marcador y en el cartel que solamente decía la palabra "Bienvenidos...", le escribimos Espacio AAENU y no sé por qué pero en ese momento se me vino a la cabeza Mahatma Ghandi diciendo "Si queres cambiar al mundo, cambiate a vos mismo"
